19/06/2025

Leí El Superzorro de Roald Dahl a los 7 años, la edad perfecta para leer un libro en el que (como en cualquier otro del mismo autor) los malos son malísimos y los buenos son traviesos, dispuestos a la crueldad para obtener justicia. En esta historia un zorro vive con su familia debajo de un árbol y roba gallinas a tres granjeros ricos, avaros y deformes (Boggis, Bunce y Bean) para alimentarse. Un día los granjeros deciden erradicar al zorro, y este tiene que huir cavando un hoyo profundísimo en la tierra (porque lo persiguen primero con palas y después con excavadoras). Finalmente, lidera a otros animales que viven bajo tierra en el mismo monte para, a través de túneles, robarle comida a sus enemigos humanos. Nuestro héroe salva el día. Wes Anderson, en su adaptación cinematográfica, pone de cabeza al personaje principal del libro original. Toma al personaje del superzorro que es astuto, valiente, transgresor, en contacto tanto con su inteligencia como su animalidad; en definitiva, un héroe, y muestra sus falencias, los lugares donde pierde pie. En tonos cálidos y con todo el encanto y maravilla de una película infantil, Anderson narra la tragedia de un hombre moderno y nos permite pensar en las ilusiones y los peligros de ciertos modelos de masculinidad.
“I think I have this thing where I need everybody to think I’m the greatest—the quote-unquote fantastic Mr. Fox—and if they aren’t completely knocked out, dazzled, and kind of intimidated by me, then I don’t feel good about myself.” // "Creo que tengo algo por lo que necesito que todo el mundo pienso que soy el mejor— el, entre comillas, Fantástico Señor Zorro— y si no están totalmente maravillados, deslumbrados y un poco intimidados, no me siento bien conmigo mismo" - Traducción de la autora.
Esta frase que el protagonista enuncia cerca del final de la película explicita el gesto de inversión que Anderson lleva adelante con respecto al libro original. El “quote-unquote fantastic Mr. Fox” pasa de ser una realidad a un ideal inalcanzable, que va a llevar a nuestro protagonista a poner en peligro la vida de su familia y de toda su comunidad.
La película tematiza la tensión entre civilización y naturaleza desde el primer momento, extremando la conducta humanizada de los animales. Los animales no sólo hablan o viven en pequeñas casas adentro de los árboles como en el libro; son periodistas, secretarios, agentes inmobiliarios; van a la escuela, tienen clase de química y de educación física; lidian con las frustraciones del trabajo y las desconfianzas en el matrimonio. El que más sufre esta contradicción es Mr. Fox, quien no necesita robar gallinas para vivir, pero siente el vacío existencial que le produce estar desconectado de su animalidad: “Who am I, and how can a fox ever be happy without a — you’ll forgive the expression — a chicken in it’s teeth?” // “¿Quién soy yo, y como puede ser feliz un zorro sin—disculpame la expresión—una gallina entre los dientes?” - Traducción de la autora. A diferencia del libro, el Mr. Fox de la película es llevado a asaltar los gallineros por una crisis existencial y por esto los granjeros empiezan a perseguirlo. Creo que en este personaje podemos ver una angustia muy profunda que atraviesa a todos quienes vivimos en el sistema capitalista, y que habla también de nuestro vínculo con la naturaleza.

Detengámonos en estos fragmentos de uno de los primeros capítulos de Capitalismo caníbal, de Nancy Fraser:
Estructuralmente, el capitalismo supone y, en rigor, inaugura una profunda división entre un reino natural -concebido como un ámbito que provee de manera gratuita y constante “materia prima” disponible para su apropiación- y un reino económico concebido como un ámbito de valor producido por y para los seres humanos-. [...] El capitalismo escindió brutalmente a los seres humanos de los ritmos naturales y estacionales y los reclutó para la fabricación industrial, alimentada por combustibles fósiles, y para la agricultura con fines de lucro, engrosada con fertilizantes químicos. (2023) 1
Esta escisión artificial nos ubica en una posición contradictoria entre la humanidad y nuestra propia naturaleza. El zorro antropomórfico que protagoniza esta película puede pretender que ese es un vínculo reparable, pero no se da cuenta hasta qué punto su intento de ser un “animal salvaje” es también un intento civilizado.
El ideal que persigue Mr. Fox no es sólo uno de mayor conexión con la naturaleza, es un ideal de valentía y proeza física, de intelecto y astucia, de uso de la violencia: es un modelo de masculinidad. Mr. Fox desea probarse a sí mismo burlando la ley para proveer para su familia, y en este afán pone en peligro a toda su comunidad. Susan Faludi habla de la evolución de un ideal masculino en la sociedad estadounidense, en la cual la utilidad social asociada a la familia fue reemplazada (primero por la industrialización y los sueños de enriquecimiento espontáneo, después por las personalidades de radio y televisión) por la ambición solitaria. En la película podemos ver el efecto que produce este modelo de “lobo solitario” que persigue Mr. Fox en sus vínculos familiares: su hijo está obsesionado con todos los rasgos paternos de los que carece, su esposa es ignorada y pinta tormentas mientras observa a su marido llevar a la familia a un camino sin salida. A los diálogos más conmovedores les da voz Meryl Streep en el cuerpo de Ms. Fox, que hace de espejo con mucha crudeza a los instintos más destructivos de su esposo:
Estructuralmente, el capitalismo supone y, en rigor, inaugura una profunda división entre un reino natural -concebido como un ámbito que provee de manera gratuita y constante “materia prima” disponible para su apropiación- y un reino económico concebido como un ámbito de valor producido por y para los seres humanos-. [...] El capitalismo escindió brutalmente a los seres humanos de los ritmos naturales y estacionales y los reclutó para la fabricación industrial, alimentada por combustibles fósiles, y para la agricultura con fines de lucro, engrosada con fertilizantes químicos. (2023) 1
Esta escisión artificial nos ubica en una posición contradictoria entre la humanidad y nuestra propia naturaleza. El zorro antropomórfico que protagoniza esta película puede pretender que ese es un vínculo reparable, pero no se da cuenta hasta qué punto su intento de ser un “animal salvaje” es también un intento civilizado.
El ideal que persigue Mr. Fox no es sólo uno de mayor conexión con la naturaleza, es un ideal de valentía y proeza física, de intelecto y astucia, de uso de la violencia: es un modelo de masculinidad. Mr. Fox desea probarse a sí mismo burlando la ley para proveer para su familia, y en este afán pone en peligro a toda su comunidad. Susan Faludi habla de la evolución de un ideal masculino en la sociedad estadounidense, en la cual la utilidad social asociada a la familia fue reemplazada (primero por la industrialización y los sueños de enriquecimiento espontáneo, después por las personalidades de radio y televisión) por la ambición solitaria. En la película podemos ver el efecto que produce este modelo de “lobo solitario” que persigue Mr. Fox en sus vínculos familiares: su hijo está obsesionado con todos los rasgos paternos de los que carece, su esposa es ignorada y pinta tormentas mientras observa a su marido llevar a la familia a un camino sin salida. A los diálogos más conmovedores les da voz Meryl Streep en el cuerpo de Ms. Fox, que hace de espejo con mucha crudeza a los instintos más destructivos de su esposo:
Ms Fox: Twelve fox-years ago, you made a promise to me while we were caged inside that fox-trap that, if we survived, you would never steal another chicken, goose, turkey, duck, or squab, whatever they are. I believed you. Why did you lie to me.
Mr. Fox: Because I'm a wild animal.
Ms. Fox: You are also a husband, and a father. [...] This story is too predictable.
Mr. Fox: Predictable? Really? What happens in the end?
Ms. Fox: In the end, we all die. Unless you change.
//
“Señora Zorro: Hace doce años de zorro me hiciste una promesa, mientras estábamos encerrados en esa trampa para zorros, que si sobrevivíamos, no volverías a robar otra gallina, pavo, pato, o ganso, lo que sea que sean. Yo te creí. ¿Porqué me mentiste?
Señor Zorro: Porque soy un animal salvaje.
Señora Zorro: También sos un marido, y un padre.[...] Esta historia es demasiado predecible.
Señor Zorro: ¿Predecible? ¿En serio? ¿Qué pasa al final?
Señora Zorro: Al final, estamos todos muertos. A menos que cambies.” - Traducción de la autora.
La película conserva la estructura de libro infantil en el cual una trama —una aventura— es lo principal, pero también hay momentos evocativos en el medio, que no son centrales para el desencadenamiento de los eventos pero abordan con gran fuerza los temas de la película. La mayor escena que rompe con el flujo de la acción pero es ineludible para el tema naturaleza-humanidad que recorre a The Fantastic Mr Fox es el encuentro con el lobo. La división es clara: Mr Fox en su moto, con un fondo naranja, en un sándwich entre su hijo y su amigo zariqüeya; el lobo negro sobre un fondo azul, rompiendo con la gama de colores del resto de la película. En un primer momento, nuestro protagonista está completamente desarmado frente a esa fuerza de la naturaleza. Intenta comunicarse con él, le habla primero en inglés, después en latín, en francés. Es la civilización intentando aprehender, con su mayor herramienta y a la vez la que lo separa de manera insalvable, a la naturaleza. El lenguaje humaniza a Mr Fox e imposibilita su vínculo con el lobo. Al fin, se comunican con el cuerpo, y también, con un símbolo de resistencia: el puño en alto. No salvan la brecha, no se encuentran. Mr Fox confirma sus diferencias, pero también confirma en ese puño que hay algo que los une.

En el libro original, los animales pierden su monte por culpa de las excavadoras y encuentran la manera de sobrevivir sin volver a la superficie porque los granjeros los esperan a la salida del túnel. Lo recuerdo como un final agridulce, pero volviéndolo a leer me sorprende encontrar un tono puramente celebratorio del nuevo futuro que les espera a los personajes. En el gran banquete que celebran con la comida robada, el señor Zorro dice:
Pero, de todos modos, ¿quién quiere salir?, les pregunto. Somos todos excavadores. Todos nosotros. Odiamos el exterior. El exterior está lleno de enemigos. Solo salimos porque tenemos que hacerlo, para buscar alimento para nuestras familias. Pero ahora, amigos míos, tenemos un panorama completamente nuevo. ¡Tenemos un túnel seguro que nos lleva a las tres tiendas más finas del mundo! (2009) 2
En contraste, el final de la película es decididamente agridulce. El destino que va a alimentar a los animales a futuro no es una granja con jugosos pollos y gordos gansos, sino un supermercado. Después del encuentro con el lobo, se confirma que Mr. Fox está del lado de la civilización, que la brecha no puede ser revertida. Pero eso no implica que no haya subsistencia posible. La teórica ecologista Anna Lowenhaupt Tsing dice: “En un estado de precariedad global no tenemos otra opción que buscar la vida en esas ruinas [del capitalismo”(28:2023) 3. En un gran discurso final, los animales brindan con cartones de jugo de manzana, porque no tendrán la sidra, pero están juntos.
Vera Luna Fritz Levit
Notas
Fraser, Nancy (2023) Capitalismo Caníbal, Siglo veintiuno, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
2) Dahl, Roald (2009) El Superzorro, Traducción Fabiana A. Sordi, Alfaguara, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
3) Lowenhaupt Tsing, Anna (2023) Los hongos del fin del mundo, Caja Negra, Ciudad Autónoma de Buenos Aires