12/12/2024

A tan solo unos meses de celebrarse los 130 años del nacimiento de John Ford, no encuentro una mejor manera de rendirle homenaje que a través de la película argentina que, a mi juicio, mejor muestra el espíritu de su cine: Un lugar en el mundo (1992), de Adolfo Aristarain. Este análisis será comparativo y pondrá especial énfasis en el vínculo temático y simbólico con The Man Who Shot Liberty Valance (1962), explorando cómo ambas obras dialogan en torno a valores universales y los dilemas éticos del héroe.
No descubro nada afirmando que el valor de la comunidad es uno de los grandes temas de la filmografía Fordiana. En general, en sus películas se ve reflejado este tópico, la comunidad suele tener un enemigo en común que amenaza con destruirla.
Esto sucede en otros largometrajes como Liberty Valance, The Grapes of Wrath (1940) o How Green was my Valley (1941). En How Green was my Valley, por ejemplo, lo que amenaza a la comunidad de familias mineras de Gales es el conflicto que se da entre los mismos mineros y sus “patrones”. En Liberty Valance el villano, de mismo mote, hace todo lo posible para cumplir con su cometido, osea corromper y destruir la comunidad. Por su parte, en la película de Aristarain el conflicto se da entre la cooperativa de campesinos dirigida por Mario, encarnado por Federico Luppi, sumando a su familia y otros miembros del pueblo. En contraposición se encuentran el terrateniente Andrada y la central hidroeléctrica que pretende desplazar a la comunidad para comenzar con la extracción de petróleo.
En Un lugar en el mundo la figura de Mario se nos presenta como el ciudadano ejemplar dentro de la comunidad. Un padre de familia afectivo y moral que se preocupa por sus decisiones y por la de sus pares. Da clases en la única escuela que existe en el pueblo que es, a su vez, su casa. Hasta la llegada de Hans también es el único profesor. Mario además es el organizador del pequeño sindicato del pueblo, busca que todos los miembros logren sacarle el mejor provecho a su trabajo sin que el cacique del lugar, Andrada, se aproveche del hambre de los mismos. En Liberty Valance, en cambio, nos encontramos con la figura de Ransom Stoddard. El personaje, encarnado por James Stewart, tiene muchas características similares a Mario. Ransom ayuda en la trastienda del Peter's Place para pagar sus deudas, abre un pequeño despacho de leyes en la sede del periódico, ayuda al Sr. Peabody en su labor de difundir noticias, funda, al igual que Mario, una escuela para alfabetizar a la población. También dirige las votaciones de la Asamblea Popular, al igual que Mario, y por supuesto, como Mario, trata de acabar con la amenaza que representa Liberty Valance para la comunidad. En el caso del protagonista del film argentino, veremos una disputa en toda la película con el terrateniente Andrada.
Ademas, en Un lugar en el mundo, nos encontramos con Zamora, empleado de Andrada que a pesar de ser un habitante más del pueblo está alejado de la comunidad y de la cooperativa de Mario. Zamora a su vez tampoco admite el desarrollo óptimo de su hija en la comunidad. No permite que vaya a la escuela porque para su futuro solo quiere que, como su madre, continúe trabajando bajo las órdenes de Andrada. Liberty Valance en cambio no forma parte de la comunidad, solo se presenta para traer el caos a Shinbone. De hecho cuando se están eligiendo los delegados para la convención territorial se menciona que Liberty Valance no puede votar no solamente porque vive al sur de Picketwire, sino porque no se conoce su domicilio.
Algo maravilloso que hace Aristarain, o por lo menos es lo que pude percibir, es que al crear el personaje de Luppi no toma únicamente elementos del personaje de Stewart o del personaje de Wayne, sino que es un conjunto de ambos. Como bien se sabe, a comienzos de la década de los 60, el western giró hacia una dirección marcadamente crepuscular y elegíaca, alejándose del mito y redefiniendo la figura del héroe en el género. Pero si miramos las dos películas, ¿cuáles son los personajes crepusculares? Mario y Tom Doniphon pero también Federico Luppi y John Wayne. Ambos son personajes de otra generación, alejados de la generación por venir y que son reemplazados. Ambos mueren al final de sus películas.


En Un lugar en el mundo, Mario muere poco después de los acontecimientos de la película, En San Luis, como si el sacrificio que tuvo que hacer por su comunidad lo hubiese dejado irse en paz. En Liberty Valance, Tom Doniphon no encuentra su lugar cuando se deja atrás “La ley del más fuerte” y llega “El imperio de la ley”. Por eso muere en Shinbone, incapaz de formar una familia. Hay toda una simbología con esto cuando el personaje de Wayne termina destruyendo la casa, “su futuro”, que había construido para él y Hollie.
Esta soledad que atraviesan los personajes de ambas películas vuelve a aparecer en The Searchers (1956) cuando Ethan Edwards, también interpretado por Wayne, yace estático en la puerta de la casa sin poder avanzar, mientras el resto de las personas ingresa. Él se da media vuelta y comienza a caminar hacia un desierto que resulta extenso, solitario, completamente inabarcable. Ni Edwards ni Doniphon llegan jamás a disfrutar del beneficio de sus acciones, mientras que otros como Stoddard y Ernesto sí.
Ford castiga a estos héroes a la condición de errantes, a no permanecer el tiempo suficiente para realizarse en ningún lugar.
En Un lugar en el mundo se menciona a la figura de John Wayne en la escena de la salida del cine. Es interesante mencionarlo ya que Hans caracteriza a John Wayne de manera similar a como se podría caracterizar a Mario.
“John Wayne, ese es el mejor (...) alguna vez has visto a alguien enfrentarse a tantos tíos armados hasta las parejas, que se salían de la bota para matarlo, y sin embargo hacerte creer que el único peligroso era él? podía estar borracho, apaleado, derrotado, enamorado, pero nunca, nunca perdió la dignidad”.
Pocas escenas después, Hans defiende a Mario pero también a Doniphon y a John Wayne:
“Es un frontera. Borracho o vencido, un frontera nunca pierde su dignidad”.

El último elemento que quiero arribar en este texto es constituyente del western: la figura del tren. En este tipo de películas, el ferrocarril viene arraigado a la llegada de una nueva época en contraposición al caballo, elemento constituyente del género. En la filmografía de Ford el progreso que implica la llegada del tren se ha visto reflejado en muchas de sus películas como The Iron Horse (1927), en la que la construcción del ferrocarril es el tema principal de la cinta.
En Liberty Valance, cuando Ransom y Haillie retornan en tren a Shinbone, vemos lo que parece ser una pequeña ciudad, pero no hay ni rastro del pueblo que veremos en toda la película. En una de las primeras escenas de Un lugar en el mundo, Ernesto, un niño aficionado a los cowboys que espera ir a la capital para ir al cine, corre a caballo una carrera imposible e interminable contra el tren, que se lleva todo puesto, y gana. Pero no por mucho, recordemos que el caballo es el animal primitivo por antonomasia. El representante de la naturaleza, de la libertad, de la justicia, del individuo. Mientras que el tren es símbolo del progreso, de la civilización, de la ley y del orden. Por eso la victoria de Ernesto no es más que justicia poética en una batalla que, como hemos podido ver, ya se perdió mucho tiempo atrás.

Antes mencioné que Mario y Doniphon son personajes que no pueden adaptarse a la época por venir. Pero Ransom y Ernesto sí, y se verá reflejado a través del tren. Ransom y Ernesto abandonan tanto Shinbone como San Luis, Ransom se va a la capital estadounidense mientras que Ernesto se muda a la capital argentina.
Jorge Luis Borges afirma, en Los cuatro ciclos (1972) , que en el pasado toda empresa era venturosa. Alguien o algunos merecían la conquista del Grial, pero también la prosperidad de la comunidad. Pero, afirma Borges, que en la contemporaneidad simplemente la búsqueda está condenada a fracasar. Mario, como dije, muere sin poder irse de San Luis, Doniphon muere solo y desahuciado en Shinbone. Stoddard, esa persona que anteponía la moral ante todo, es el ciudadano más ilustre del Viejo Oeste, el asesino de Liberty Valance.
Matias Doce Lois