01/05/2025

Escribo esta crónica como escribo mi diario íntimo, solo que no a mano. No puedo evitar que se vuelva personal. Quizás le doy más importancia a la experiencia que a la obra misma. Pero en definitiva es una crónica y no una crítica, crónica de festival, y un festival es mucho más que ver películas. Es todo un clima, muchos encuentros, charlas y sensaciones, que, en el caso del BAFICI, se van mezclando con la vida misma en la ciudad. Pero todo para ver películas. Me dejo de excusar.
Miércoles 02 de Abril
Hoy fui a ver la película de apertura al Teatro Alvear. Nunca había ido, estaba semi vacío, o semi lleno, en mis ojos de hoy estaba semi vacío. Por lo que noto entre mis amigos y mi inicio de Twitter (1), hay poco entusiasmo por el festival y me pregunto si mi entusiasmo aislado nace de mi reciente regreso, como si estuviese viendo a Buenos Aires como otra ciudad para recorrer de vacaciones y donde para mi suerte, hay un festival de cine. Upa! Una primavera en Atenas, no vi ninguna de las anteriores y recién hace un mes me enteré de lo que era cuando me contaron que iba a ser la película de apertura. Una conversación entre gente de cine que mencionaba Upa! como algo entendido por todos, tan natural que me dio vergüenza admitir que no tenía idea de lo que estaban hablando. La explicación me intrigó.
Me gustaría haber visto por lo menos la primera para tener un poco más de contexto. Igualmente era fácil de entender, ellos dos se deben haber peleado en la primera, ella tuvo un problema con el alcohol en la segunda, etc. Fue como ver un grupo de amigos haciendo chistes internos que entendés que son graciosos, pero no tanto como para reír en voz alta y sentirte parte. La gente no se reía mucho, pero había un par de risas aisladas que quizás habían sido parte del grupo.
Era algo como “hecho así nomás”, con un celular, más video que película, con tipografías feas del Premiere, a lo Lucía Seles quizás.
Festejo que empiece con Ailén, la productora, quejándose de la situación actual del cine argentino. El tono paródico me costó en esta parte, pero por lo menos se muestra la cantidad de policía en una marcha en defensa del cine. Este es el inicio de la película de apertura del festival, aunque no me haya gustado mucho, me parece bien elegida.
A la salida un tipo con una remera de Nazareno Cruz y el lobo me elogia el vestido y de paso me quiere explicar un poco la película que acabamos de ver. Según él, después de laburar mucho en cine entendés que es exactamente como lo muestran en la primera peli. Repitió unas cuatro veces que labura mucho en cine. Upa! es una película de gente de cine para gente de cine.
Su remera me hizo acordar a cuando en una cita con un chico de cine dije “Nazareno Vélez” en vez de “Nazareno Cruz”. No sé si él no se dio cuenta o se hizo el boludo, pero como agradecimiento yo me hice la boluda cuando él dijo “Ana Karenina” en vez de Anna Karina.
Ojalá algún día labure en cine como el tipo de la remera de Nazareno. Nunca se lo repetiría a un pibe a la salida de una peli. Tampoco le explicaría la película (2).
Camino a casa veo a Martin Kohan en un café, tenía puesta una camiseta suplente de Boca y la usaba con mucha naturalidad, lo miré un rato largo para estar segura si era o no. No sé.
En casa me puse a ver La mirada febril de Filippelli, que me intrigó cuando me apareció en el inicio de Letterboxd. Segunda vez en el día que me cruzo a Martín Kohan (3).
Jueves 03 de Abril
Fui a ver la de Albert Serra. Tuve que salir a los 20 minutos por las ganas de vomitar. Me dio pena porque lo que vi me pareció bueno y me interesó mucho la teatralidad de los toreros, los trajes y el personaje era muy cautivador. No me banqué la tensión, la sangre y la muerte de los toros, tampoco creo que era tan necesario. Por otro lado, la sala 1 del Gaumont estaba medio llena y siento que el entusiasmo aumenta.

Viernes 04 de Abril
Por la noche Relâmpagos de Críticas Murmúrios de Metafísicas en el San Martín. Confié ciegamente en la recomendación del newsletter de La vida útil. En la sala había bastante gente que poco a poco se iba yendo, la película era bastante experimental. “Un montaje de 48 películas brasileñas realizadas entre 1898 y 2022” según la página del BAFICI. Iban pasando las escenas, a mi entender cronológicamente según la historia del cine. La primera media hora era cine mudo, fue difícil mantener la concentración hasta que de repente una escena tenía música. Lagrimeé. Esto es lo que me encanta del cine experimental, a veces es como mirar mucho una pintura, una se emociona por el arte mismo, te crea una sensación que no pasa por la cabeza. No lloro por la muerte de nadie, por ningún desamor o injusticia, lloro porque suena algo que me faltaba, totalmente sensorial (4). Lo mismo cuando apareció la primera escena a color. Había películas que me atrapaban más que otras, como una super extraña en la que los personajes estaban aparentemente en Formosa, una se suicidaba, la otra comía un sanguche, otro estaba medio exorcizado. La gente se seguía yendo de la sala, casi sentí que íbamos a quedar solos el chico de La vida útil que la recomendó y yo (5). Por el final pasaba algo muy hermoso, una podía ir relacionando estas películas, aparecían planos muy parecidos a otros que ya habían pasado al principio, o con temas en común, las escenas sueltas se iban sintiendo más como unidad. Una experiencia.
Sábado 05 de Abril
Gatillero, sala 1 del Gaumont. La elegí sin saber absolutamente nada, que es como más me gusta ver pelis en festivales, búsqueda de sorpresa más que de calidad segura, por eso ayer fui a ver la brasilera en vez de la de Visconti. Sala llenísima. Mientras más gente llegaba me iba dando cuenta de que la película era mucho más grande de lo que yo imaginaba. No lo tengo de cara a Porta Fouz pero supuse que era este hombre que presentó la película (6). Dijo que en el Bafici se estrenaron películas como Mundo Grúa y que aun así, nunca se había visto algo como esto. Habló el director que tenía puesta una remera con las mangas cortadas que decía “CHETO MAL”. Mientras tanto seguía entrando gente, tres chicas producidas como para première de Hollywood se sentaron en la parte de los invitados y yo estaba cada vez más confundida sobre qué era lo que estaba a punto de ver. Un empleado del Bafici estaba muy enojado con la gente que entraba con comida y bebida, cosa que nunca había visto antes. Me sentía en otro cine.
Apenas empezó entendí el comentario de Porta Fouz, es un plano secuencia. Justo hace unos días mi papá me recomendó Adolescence, la serie de Netflix en plano secuencia, no la vi. No vería algo solo por saber que es en plano secuencia, no me interesa ver algo y pensar en todo el despliegue técnico que casi nunca tiene un sentido artístico. La película es entretenida, acción, tiros, asesinatos. Se nota que el director conoce de lo que está hablando y no es un cheto que viene a mostrar cómo son “los códigos de barrio”, pero me parece que hay algunos mensajes raros. El protagonista, un gatillero que está escapando de una banda narco que gobierna el barrio, se posa con su pistola por unos segundos en un paredón con una pintada de “Axel gobernador”. Hay un conflicto subsidiario sobre unos vecinos que consiguen armas y deciden salir a “sacar a los narcos del barrio”, liderados por un señor y su hija rubia sacados de una novela de Polka, justicia por mano propia ante los oídos sordos de la política. Son mensajes que no comparto, pero yo tampoco viví nada de eso y aparentemente este chico sí (7).
En las preguntas y respuestas el director cuenta que lo que él quería era hacer una película en plano secuencia, pasarle la cámara a su amigo por el techo. Un guion como excusa para un despliegue técnico. El cine como oficio más que como arte. A la gente a mi alrededor le encantó.
Domingo 06 de Abril
Du côté d'Orouë de Rozier. Me cruzo a un reciente ex romance (8) en la entrada del Teatro Alvear y tiene puesta la misma camiseta de Boca que tenía Martín Kohan. La película fue tan divertida que me hizo olvidar la tensión y ansiedad que me provocó el encuentro. Nunca había visto algo de Rozier y, a juzgar por esta película, parece una versión más graciosa de Rohmer, pero quizás es solo la playa. Me encantó el nivel de aparente improvisación y la manera de moverse que tenía la cámara, como si fuese una amiga más del grupo. Me cagué de la risa (9).
Lunes 07 de Abril
Casi sin sacarme las lagañas voy a la primera función del día. Bajo las banderas, el sol, la vine a ver porque la recomendaron desde la cuenta del Museo del cine y Leandro Listorti. Aparte trabaja Manuel Embalse que me encantó su laburo en otras pelis. Me gustó mucho. Un documental entero de archivo que reconstruye la memoria de la dictadura en Paraguay. Archivo encontrado, manipulado, intervenido. La memoria de un país que aparentemente no quiere recordar. A la salida me encuentro a un compañero de la facu y me cuenta que todos los de Antes Muerto fueron a nuestra facultad, punto para la universidad pública, una esperanza para los que no somos de la FUC. Salgo del San Martín y llueve a cántaros, ni idea yo estuve en Paraguay (10).
Martes 08 de Abril
Llegó el día que más esperaba del festival, vamos con mi amiga Alicia a ver la nueva de Lucía Seles, The bewilderment of chile, con García Pelayo presente en la sala del Cinépolis. La presentación de Lucía como siempre hilarante, sobre su paseo por San Justo, un cementerio y micrófonos de karaoke. Quizás nuestro gran fanatismo y un positivo veredicto del chico de la remera de Boca nos hizo tener las expectativas muy altas, pero la película no nos gustó. La sensación es la de un fanático que piensa que su banda favorita ya salió del under y “se vendió”, no quiero ser tan básica (11). ¿Qué hace Toto Ferro acá y dónde está el sanjuanino? (12) Los actores españoles parecen no poder entrar en el código. En la última parte remonta: el básquet y la charla de Luján con el director de orquesta, con Lucía opinando igual que sus personajes por escrito. Ella es un personaje más que a la vez performea en vivo una introducción a sus películas. No abandono mi postura defensora de Lucía Seles, tenemos entradas para la otra el jueves.
Jueves 10 de Abril
Camino al Cinépolis de la Houssay, me cruzo a Lucía Seles fumando un pucho y tomando una Pepsi, le sonrío. Cada vez que estoy en esta zona me acuerdo el miedo que me daba cuando iba al secundario acá cerca, había rumores de que debajo de no me acuerdo cuál edificio, había una red de trata. Ahora la Houssay está mucho más agradable, me alegra tener está historia que suele ser al revés. Antes cine, hoy iglesia universal. Antes red de trata, hoy cine comercial (13).
Alicia no puedo venir, primera peli de Lucía Seles que veo sin ella, debo decir que se perdió quizás la mejor experiencia Seles que he tenido, empatada con el estreno de Terminal Young cuando el actor se puso a cantar ópera al final de la función.
Lucía no quiere dar una introducción muy larga esta vez y le pide al presentador que le vaya tomando el tiempo. Relata su encuentro con dos idiotas en una confitería, alguien que no estaba ni para boludear ni para estar de novio, y un chico de rulos perfectos que no paraba de hablar de su mánager. Habla adorablemente sobre García Pelayo como si fuese su padre y pide un silencio para Sebastián. Advierte que esta no es una película para divertirse, y anuncia que por primera vez iba a dar un q&a al final de la función, pero que ella iba a hacer las preguntas, “preguntas azules”.
A pesar de la advertencia, Avenida Saenz 1073 fue la película de Lucía Seles que más me hizo reír en voz alta, como a toda la sala (semi llena). Lucía, acompañada de Martita, una amiga de su mamá, va a visitar su casa de la infancia en Av. Saenz, que ahora es el gimnasio de Omar Patiño. Un documental familiar que parece ubicarse dentro del universo de sus ficciones, cada persona que se le cruza, con la que conversa, se convierte en un personaje de Lucía Seles. Sus comentarios desde el montaje se vuelven mucho más graciosos al hablar de conversaciones que tuvo ella misma en cámara, “acá martita me mintió”, “igual yo ni me enamoré de él”.
Lo que más me apasiona de sus películas es sobre todo la originalidad en el montaje, se siente como estar viendo un armado anterior al definitivo, un armado con comentarios y observaciones sobre el material. “recuerden al señor de la carpeta azul”, “ahí está de nuevo”, hace pasar al señor en cámara lenta. “acá no hace falta listen, lo que importa son esas rejas azules”, hace hincapié en lo que la apasiona, pero la película sigue, como esos cortes con comentarios del director (14). Todos sus videos (no tanto el último que vi) tienen la misma estructura, varias escenas que tienen un orden cronológico que vas descubriendo mientras avanzan, pero en el video están sucediendo todas al mismo tiempo. El gimnasio de Omar, la conversación con su hermana, el paseo con Martita y las distintas aventuras de Lucía por Pompeya y algunas localidades del conurbano y sus confiterías.
Termina la película y ni una persona se atreve a pararse ante la anterior promesa de Lucía, que unos segundos después aparece bajando rápido las escaleras de la sala 1, poniéndose el buzo al revés. Comienza con las preguntas azules que lee de su anillado, poco a poco el público se va soltando y se van escuchando respuestas variadas al aire. Lucía da sus opiniones, algunas respuestas no la convencen, pide más elaboradas, se divierte. Les dejo 03 preguntas azules:
05. ¿Tu believe que a Paul Mccartney le interesaría hacerte daño en caso de que tu lastimes sus sentimientos por internet?
06. ¿Se puede medir la fuerza o valentía de too many hombres por la campera que usan?
La última: ¿Se puede vivir escapándote con la cinta scoth del mundo?
En la parada del 140 una chica intenta explicarles a dos chabones quién es Lucía Seles, no encuentra las palabras, de las tareas más difíciles que te pueden tocar.

Domingo 13 de Abril
Mosaico en el Museo del Cine. Cerré los ojos en el cambio de rollo y cuando me di cuenta me había dormido una siesta muy profunda. Fue el sueño, no la peli. Hay algo en esa sala que me hace dormir y siempre me da mucha bronca no haber dormido la hora de viaje en 168. Las partes que vi me gustaron mucho.
Jueves 24 de Abril
El BAFICI ya terminó hace mucho y no volví a ir al cine desde Mosaico, raro en mí estar tantos días sin ir a una sala de cine. Podría decir que estoy muy ocupada pero la verdad es que he estado mucho más ocupada en otras ocasiones y fui mucho más al cine. Hace unos días salió la noticia de que durante la gestión de Pirovano, el INCAA aprobó 0 películas. Se nota, no hay nada para ver. Hay algo argentino en los peores horarios del Gaumont y se estrenan algunas yanquis por la noche. En el Lorca pasan una nueva de Suar. Quizás pronto se estrenen las que me quedaron pendientes del festival.
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Comentarios
(1) cringe.
(2) Todo esto es basicamente diario intimo. Lo que me pregunto yo es a quien le importa el diario intimo de esta tipa?
(3) Esto lo debería explayar más, tengo comentarios en mi cuaderno.
(4) cringe.
(5) Que vergüenza me da lo del chico de la vida útil.
(6) Poco serio.
(7) Acá soy muy mala, no esta tan mal la peli.
(8) cringe!! pero en definitiva esto es mi diario.
(9) Poco serio.
(10) Muchos nombres y bajada de linea.
(11) cringe.
(12) No me gustaría ofender a Toto Ferro, es un gran actor.
(13) Que intimo ¿no? aparte la obra de la houssay es muy macrista como para celebrar.
(14) Son así? Nunca vi uno
Azul Izquierdo