17/07/2025
“Forever changed”/ Breve cronología de los hechos 

En 1964, John Cale, quien había llegado a Nueva York desde Gales apenas unos meses antes, se cruzó con Lou Reed en una fiesta en el “Upper East Side”. Ambos tenían veintidós años y trabajaban como compositores en Pickwick Records, aunque nunca se habían conocido allí. Treinta y seis años más tarde, John escribiría lo siguiente en la primera página de su autobiografía: 
“Nací el nueve de marzo de 1942 en Garnet, entre Swansea y Carmarthen, en el sur de Gales. A unos 30000 kilómetros en Brooklyn, Nueva York,  Louis Reed había nacido una semana antes, el dos de marzo. 
Siempre sentí que tenía una ventaja sobre mí”

 El mismo año formaron una banda juntos: The Velvet Underground.  
En 1965 Velvet consiguió una residencia en el Café Bizarre, de la cual serían echados, recontratados y echados de vuelta en el transcurso de semanas. Era una sala chica, sucia, sin siquiera un escenario. Al describirla Lou dice: “Lo único bizarro al respecto del Café Bizarre era que existiese”. 
En una de las pocas noches en las que sí tocaron, Andy Warhol se encontraba entre la pequeña muchedumbre usual. Para entonces, Andy ya era una figura relevante de la escena artística neoyorquina: era artista plástico, productor de cine y director de un estudio de arte llamado “The Factory". Su presencia no era en absoluto casual. Estaba buscando una banda a la cual representar e incorporar a su catálogo de artistas, impulsado por la idea de que podía crear un grupo igual de exitoso y lucrativo como los Rolling Stones, que le permitiría en parte solventar sus otros proyectos. 
Andy apadrinó al grupo. Les dio una identidad visual, un espacio donde ensayar y una nueva integrante: Nico. Cuatro meses más tarde The Velvet Underground graba su primer disco en Scepter Studios en un total de cuatro días, totalmente financiado por Andy Warhol.
En mayo de 1967, casi un año más tarde de su grabación, The Velvet Underground & Nico fue publicado. Solo vendió treinta mil copias, número muy lejano de lo que Andy esperaba de ellos. Al poco tiempo Nico, que nunca había querido formar parte del proyecto desde un inicio, dejó la banda. A mediados de ese mismo año Lou, sin el consentimiento del resto de los integrantes, despidió a Andy abruptamente. John no lo defendió. La relación entre los tres nunca sería la misma después de esto. 
En 1968 Lou le dedicó un poema a John, que funciona como respuesta a uno que éste le había escrito pocos meses después de conocerlo. El poema original de John cuenta con veintisiete versos y está escrito en inglés antiguo. En un momento dice: 

“como excomulgado, apartó
la lujuria y la pútrida maldición del fingimiento
con horror inviolado ante la venenosa
virilidad engendrada en tu forma y
memoria”

El poema de Lou, titulado Hombre precavido vale por dos, en cambio, solo tiene cuatro versos: 
    
“Ámame y seré tu amigo
 Ámame hasta el final
 Hasta que surja la ocasión
 Entonces te mataré.”

Pocos meses más tarde, en medio de una pelea, Lou le planteó un ultimátum al resto de la banda: era él o Cale. Tanto Sterling Morrison como Maureen Tucker prefirieron a Lou. Cale nunca volvería a aparecer en un álbum de The Velvet Underground. 
En julio de ese mismo año Valerie Solanas, escritora y ex miembro de The Factory, atentó contra la vida de Andy Warhol, disparándole tres veces. Luego de esto Andy no pudo volver a trabajar por varios meses ya que su estado era crítico. La vida de enfermo no encajaba con su necesidad constante de producir, lo que le llevó a sufrir muchísimo sus meses de reclusión. Ni John ni Lou fueron a visitarlo. 
El 22 de febrero de 1987 Andy Warhol falleció en su sueño, después de una operación rutinaria de vesícula en el Hospital de Nueva York. El cuerpo fue trasladado a Pittsburgh, su ciudad natal, donde fue enterrado. El primero de abril más de tres mil personas se reunieron en la Catedral de St. Patrick en una ceremonia conmemorativa de su vida. Sería la primera vez en años que Lou y John se hablarían. No se sabe muy bien cómo, pero el artista y director Julian Schnabel les dio la idea de componer algo en honor a Andy. 
En 1990, casi veinte años después de su última colaboración, y hace treinta y cinco este abril, Lou Reed y John Cale publicaron Songs for Drella
“Andy It’s me”

Como pieza, Songs for Drella busca responder una pregunta, que en sí es la misma que nos deja la muerte (o cualquier otra ruptura): ¿qué hacemos con todo lo que nos queda después de ser forzados a decir adiós? 
Es por esto que el álbum no es solo un homenaje o un recuento de la vida de Andy Warhol, sino que también funciona como confesionario de décadas de rencores, envidias y silencios. 
El álbum comienza como empieza la historia. “Smalltown” relata la infancia de Warhol en su pueblo natal. Su ansiedad y vergüenza sobre venir de un lugar “insignificante”, su miedo de nunca poder escapar y sus ilusiones sobre cómo podría ser la vida en Nueva York. Es un tema inocente y alegre. Lou toma la voz de Andy, como hará en muchos momentos del álbum, mientras John lo acompaña con una melodía simple en el piano. Este es el prólogo del Andy que ellos conocieron, la historia originaria. La letra está inspirada en pasajes de los diarios póstumos de Warhol, que se publicaron en 1989. Estos diarios reaparecen citados y mencionados a lo largo de todo el álbum.  
Al igual que el duelo, la estructura de Songs for Drella es anacrónica. Saltamos de un momento y punto de vista a otro, sin mediación. El segundo y tercer tema nos adelantan a los 60,  con un Andy ya establecido en Nueva York. En estos temas, John y Lou  se ponen en el lugar de Warhol para presentárnoslo como ellos lo conocieron.  Es un ejercicio interesante de memoria,  tratar de reconstruir algo de lo que ellos supieron que fue Andy. 
“Open House” nos muestra el lado más cálido de Warhol. Su tendencia de dar regalos a todo quien  lo visitara y su política de tener una casa siempre abierta a todo quien quisiese pasar. Pero también es nuestro primer vistazo al lado más tímido y neurótico de Andy:

“My skin's as pale as the outdoors moon, my hair is silver like a Tiffany watch
I like lots of people around me, but don't kiss hello and please don't touch
It's a Czechoslovakian custom my mother passed on to me
"The way to make friends, Andy, is invite them up for tea"
Open house, open house.”
//
 “Mi piel es palida, como la luna, mi pelo es plateado como un reloj de Tiffany
Me gusta tener mucha genere alrededor, pero no me beses  y porfavor no me toques
Es una costumbre checoslovaca que mi madre me paso. 
“La manera de hacer amigos, Andy, es invitarlos a tomar el té” 
Casa abierta, casa abierta.”
Esta  ambivalencia en su carácter resulta central para entender el disco, tanto es así que está hasta presente en el título: “Drella” es un apodo que algunos de los integrantes de The Factory  le habían entregado a Warhol. Es una combinación de Drácula y Cinderella. La dulzura y el encanto que de un momento a otro se transformaban en reclusión, timidez e ira. En vez de tratar de esconder  esta versión de Andy, los dos cantantes buscan resaltarla. Tratar de reconciliarse con la memoria y el legado de Warhol en sus propias vidas no solo implica lo bueno, sino que abarca todo lo que él fue. “Open House” tiene un sonido lento y espacioso,  que te invita a pasar y a sentarte a tomar el té. Pero al mismo tiempo es misteriosa y fría.   
“Style it takes”  es el primer tema cantado por John y presenta el lado más creativo de Andy. Su letra está construida por un collage de pequeñas conversaciones que Warhol podría haber tenido. Incluso menciona directamente a Velvet:
 
“This is a rock group called The Velvet Underground
They play when we show movies, don't you like their sound
'Cause they have a style that grates
And I have art to make.”
//
“Este es un grupo llamado The Velvet Underground
Ellos tocan cuando pasamos películas, no te gusta su sonido?
Porque ellos tienen un estilo que chilla. 
Y yo tengo arte qué hacer” 
Su sonido es más acústico y nostálgico que el de “Open House", incorporando violines en vez de la guitarra eléctrica de Reed. 
“Work”, la cuarta canción del ciclo, y mi favorita, es desde la perspectiva de Lou. En esta aborda la adicción al trabajo de Andy, proveniente de su niñez. Lou narra cómo las demandas neuróticas de Andy chocaban con el estilo caótico de composición de la banda: 

"No matter what I did it never seemed enough, 
he said I was lazy, I said I was young
He said, "How many songs did you write?" 
I'd written zero, I'd lied and said, "Ten"
"You won't be young forever, you should have written fifteen
It's work"
//
“No importa lo que hiciese nunca parecía suficiente
 El decía que yo era vago, yo decía que era joven. 
 Él decía “¿Cuántas canciones escribiste hoy?” 
 No había escrito ninguna, le mentía y decía “diez” 
 “No vas a ser joven para siempre,
 deberías haber escrito quince, ¡es trabajo!” 
Según Lou, esta insistencia de Warhol es lo que lo llevó a despedirlo. En la segunda estrofa, por primera vez en su carrera, narra este incidente: 

 "Andy sat down to talk one day, 
he said "Decide what you want
Do you want to expand your parameters

or play the museums like some dilettante?"
I fired him on the spot, he got red and called me a rat
It was the worst word that he could think of,
I'd never seen him like that
It was work, 
I thought he said, "It's just work"”
//
“Andy me sentó a hablar un dia, 
me dijo decidí que queres. 
Querés ampliar tus horizontes
o tocar en museos como un diletante. 
Lo eché en ese mismo momento, 
se puso rojo y me llamó una rata. 
Fue la peor palabra que se le ocurrió
nunca lo había visto así. 
Es solo trabajo,
pensaba que él había dicho que era solo trabajo”. 
Este es uno de los temas más violentos del disco. Los sonidos son rápidos y cortantes, casi que se puede escuchar a Cale golpeando las teclas. Aquí se hace más aparente el hecho de que toda la instrumentación esté a cargo de Lou y John. Esto que antes no era tan notorio se vuelve llamativo en los temas más pesados del álbum. La ausencia del bajo y la batería se convierte en un vacío que se llena de significado: es la ausencia irreconciliable, tanto de Andy como del resto de la banda. En vez de tratar de llenar ese vacío, lo que hacen es llamar la atención a él. Lo vuelven un elemento característico del sonido.
En las siguientes cuatro canciones, John y Lou se toman turnos tomando la posición de Andy para desarrollar distintos aspectos de su vida artística. “Trouble with the classicists" desarrolla su postura pop, “Images” su amor por la serigrafía y la reproducción de imágenes, y “Starlight” su pasión por la producción de cine. Son temas enérgicos y rápidos, que reflejan la dedicación de Andy por su trabajo.  
Luego pasamos a “Slip away (a warning)”, en donde el álbum vuelve a reposar. Es una canción lenta y melancólica, muy similar a “Open house”. Incluso podríamos decir que es su contracara. Mientras esta última es la apertura, “Slip away (a warning)” es el cierre y el final. Lou nos narra cómo luego del atentado contra Andy, éste se vio forzado a cerrar The Factory: 

“Friends have said to lock the door
And have an open house no more
The said the Factory must change
And slowly slip away”
//
“Amigos han dicho de cerrar las puertas
Ya no tener una casa abierta. 
Han dicho que The factory debe cambiar
Y lentamente desaparecer” 

La tristeza se mezcla con el miedo y la ansiedad de la soledad: 
“But if I have to live in fear
Where will I get my ideas
With all those crazy people gone
Will I slowly slip away”
//
“Si tengo que vivir asustado
 De dónde voy a sacar mis ideas
 Si toda esa gente loca se ha ido
¿Yo  también lentamente desapareceré?”
Aquí vemos el lado vulnerable de Andy, que John y Lou ignoraron en su momento. Es una canción íntima y frágil. Hasta el sonido del piano de Cale parece estar desarmándose hasta desaparecer en el silencio. 
De toda esta dulzura, saltamos de vuelta al Andy Drácula. “It wasn't me” es una canción dura y cínica. Casi todo el tema sólo escuchamos a Lou hablando sobre los amigables sonidos del sintetizador de John. Pero su letra revela algo mucho más oscuro.  En “It wasn't me”, Andy, a través de Lou, se desliga de la responsabilidad de cómo muchos de los artistas de The Factory terminaron. En particular la cancion podría estar hablando tanto de Andrea Feldman o Edie Sedgwick, dos de las exnovias y musas de Warhol, que fallecieron por suicidio y sobredosis, respectivamente:

“The problems you had were there before you met me
I didn't say this had to be
You can't blame these things on me
It wasn't me, it wasn't me, it wasn't me
I know she's dead, it wasn't me”
//
“Los problemas que vos tenias eran antes de mí 
Yo no dije que tenía que ser de esta manera
No podés culparme por estas cosas
No fui yo, no fui yo, no fui yo
Sé que ella está muerta, no fui yo” 
Pero, aunque la canción focalice en un personaje  femenino, es imposible no pensar que también su letra es aplicable a John y Lou. Ellos eran prácticamente niños cuando conocieron a Warhol, quien era veinte años mayor y fue su mentor en el comienzo de sus carreras. En particular Lou, que en los años siguientes a la separación de Velvet lidiaría con una adicción a la heroína y fuertes tendencias suicidas: 

“I'm not simple minded but I'm no father to you all
Death exists but you do things to yourself
I never said give up control
I never said stick a needle in your arm and die
It wasn't me, it wasn't me, it wasn't me”
//
“No soy simple de mente, 
Pero no puedo ser un padre para todos ustedes. 
La muerte existe, pero
Ustedes se hacen cosas a ustedes mismos. 
Yo nunca dije que renegaran el control.
Yo nunca dije “clavense una aguja en el brazo y mueranse”
No fui yo, no fui yo, no fui yo”
Las canciones siguientes son dos perspectivas muy distintas sobre el atentado de Valerie Solanas. “I believe” es un recuento enérgico del suceso desde la perspectiva de Lou, con el acompañamiento de John al piano. Es un tema lleno de enojo y resentimiento hacia la impunidad de Solanas, a quien solo le dieron tres años de prisión: 

“I believe life's serious enough for retribution
I believe being sick is no excuse and
I believe I would've pulled the switch on her myself”
//
“Yo creo que la vida es lo suficientemente seria
Para que valga la retribución. 
Yo creo que estar enfermo no es excusa. 
 Yo creo que yo hubiese apretado el gatillo hacia ella” 

Mezclada con esta ira también encontramos la culpa que ambos sienten sobre no haber visitado a Andy, que convive con la carga de su reclamo: 
“Andy said, "I think I died, why didn't you come to see me?"
Andy said, "It hurt so much, they took blood from my hand"
I believe there's got to be some retribution
I believe there's got to be some restitution
I believe we are all the poorer for it now
Visit me, visit me, visit me, visit me
Visit me, why didn't you visit me?
//
“Andy dice “Pensé que había muerto
¿por qué no me viniste a ver?”
Andy dice “me dolió tanto, 
me sacaron sangre de la mano”
Yo creo que debería haber una retribución
Yo creo que debería haber una restitución
Yo creo que todos somos más pobres ahora por ello. 
Visitame, visitame, visitame, visitame
Visítame ¿Por qué no me visitaste?”
Por otro lado, “Nobody but you” es lo más parecido a una canción de amor en todo el álbum. En comparación con “I believe” es tranquila y romántica, una balada a la que casi se podría bailar un lento. Lou vuelve a tomar el lugar de Andy para hablar de la dependencia emocional que creó con sus amigos al estar recluido por sus heridas, así como sus inseguridades que resurgieron en la soledad: 

“I want to be what I am not
 for a nobody like you
The bullet split my spleen and lung, 
the doctor said that I was gone
Inside I've got some shattered bone for nobody but you”
//
“Quiero ser lo que no soy, 
para un nadie como vos.
 
La bala rompió mi bazo y mi pulmón
Los doctores dijeron que me había ido
Adentro, tengo huesos rotos, 
Para nadie más que vos.”
En el estribillo, Lou y Cale  alternan entre decir “nobody but you” (nadie más que vos) y “a nobody like you” (un nadie como vos). Esta distinción crea un juego que muestra la tensión entre la necesidad de compañía y atención que tenía Warhol, y sus sentimientos encontrados hacia sus viejos amigos debido a su fama.     
De aquí en más el álbum comienza a cerrar, las últimas tres canciones funcionan como despedidas. “A dream” es un recuento literal de un sueño de Warhol, sacado de uno de sus diarios. El sonido es etéreo y abstracto, te hace sentir que estás dentro del sueño con él. Cale lee el texto en una voz suave y monótona. La letra, al  no haber sido pensada para ser publicada, tiene un registro casual. Warhol menciona a muchos de sus amigos que aparecen en su sueño y reflexiona sobre su relación con ellos. Incluso menciona a Lou en un momento: 

“And then I saw Lou
I'm so mad at him
Lou Reed got married and didn't invite me
I mean is it because he thought I'd bring too many people
I don't get it
Could have at least called
I mean he's doing so great
Why doesn't he call me?
I saw him at the MTV show
And he was one row away and he didn't even say hello
I don't get it
You know I hate Lou
I really do
He won't even hire us for his videos
And I was so proud of him”
//

“Y después vi a Lou
Estoy tan enojado con él. 
Lou Reed se casó y no me invitó
Quiero decir, será porque pensó que invitaria a mucha gente. 
No lo entiendo. 
Por lo menos podría haber llamado. 
Le va tan bien, 
 ¿Por qué no me llama? 
Lo vi en el show de MTV, estaba a una fila de mi 
Y ni siquiera me dijo hola.
No lo entiendo. 
Odio a Lou. 
Lo odio de verdad. 
Ni siquiera nos contrata para sus videos, 
yo estaba tan orgulloso de él.”
“Forever changed” es el adiós de Cale a Warhol. Es una canción intensa y simétrica, en donde reflexiona sobre el innegable impacto de Andy en su vida. A lo largo de todo el tema repite: 

“Forever changed
I was forever changed”
//
“Para siempre cambiado, 
Fui para siempre cambiado.”
Más allá del rencor y las peleas, tanto Lou, John y Andy se convirtieron quienes son a través del otro. En vez de tratar de resistir esto, Cale lo abraza. Aunque Andy se haya ido, él se queda con todo lo que  le dio. La muerte no es absoluta, sino que deja rastros imborrables en nosotros. 
“Andy It 's me” funciona como el epílogo del álbum y es la canción más literal de todas. Los violines de Cale acompañan a Lou mientras él recita una carta de despedida a Andy, en donde le dice todo lo que no le pudo decir en sus treinta años de amistad y odio. Es una canción llena de amor, resentimiento, secretos nunca dichos y distancias insanables:

“They really hated you, now all that's changed
But I have some resentments that can never be unmade
You hit me where it hurt, I didn't laugh
Your diaries are not a worthy epitaph”
//
“Realmente te odiaban, pero ahora todo eso cambió. 
Pero yo tengo algunos resentimientos que no pueden ser desechos. 
Me pegaste donde me dolía, no me reí. 
Tus diarios no son un digno epitafio.” 

Es una canción reflexiva e íntima, que representa todo el proyecto. Un final agridulce a una historia que ya no pude terminar de otra manera.  
“Movies with real people, what you get is what you see”/ Haciendo ver el duelo 
El mismo año que se publicó el disco, también salió un “concert film” complementario. Songs for Drella, la película, fue dirigida por el aclamado director de fotografía, Ed Lachman. Grabada en la Brooklyn Academy of Music en 1989 es un registro único de John y Lou tocando el álbum en su totalidad. En comparación con otros “concert films”, Songs for Drella es bastante simple. Lo único que vemos es a los dos músicos por sí solos en un escenario vacío, únicamente decorado por una pantalla superior en la que se proyectan textos, fotos de Andy e imágenes de su obra. Pero es esta simpleza la que hace a la grandeza de la película. Lachman en vez de concentrarse en grabar un gran show o mostrarnos el virtuosismo de los intérpretes, opta por un estilo mucho más minimalista y personal. Utiliza muchísimos primeros planos en los que podemos ver con detalle las expresiones de Lou y John: cómo les afectan las letras, los modos en que se esperan y se miden mientras tocan. En varios momentos Lachman nos muestra la falta de entendimiento y la distancia entre los dos, creando montajes entre las miradas que se dan el uno al otro. Vemos a John mirar a Lou, luego a este mirar a otro lado, para luego volver a John cuya expresión ha cambiado totalmente. Además Lachman los presenta separados, incluso en los planos conjunto en donde vemos a ambos, se encuentran diametralmente separados. Hay una distancia física en la pantalla que nos hace sentir la distancia emocional entre los dos. 
Pero lo más llamativo de esta película, en comparación con otras del género, es que  Lou y John se encuentran en soledad. No hay una audiencia para quién están presentando una performance, sino que lo que vemos es en cierto modo un ritual de despedida, un discurso fúnebre y un abrazo reconciliatorio. Como dice Lachman: 
“Para mí, la cámara revela tanto la intimidad como la distancia entre Lou, John y Andy. Los tres están envueltos en sus propias confesiones, aislados en la despojada oscuridad del escenario. Quería que se sintiera como que cada uno es el único que los está mirando. No es como si fuésemos parte de una audiencia en un concierto. La cámara es tanto un participante como un observador, espero que cada vez que alguien vea esto [Songs for Drella], se sienta como que no hay nadie más presente.” 
“Goodbye Andy”
Llegué a este álbum irónicamente a través de un ex-amigo con quien no hablaba hace un tiempo, luego de estar unidos por la cadera toda la adolescencia. Un mediodía de febrero me desperté con un mensaje suyo que solo decía: “Che, escuchaste Songs for Drella??”. Aunque siguiese enojada con él lo escuché esa misma tarde sentada en el piso de mi cuarto (la misma parte del piso donde nos sentábamos a escuchar álbumes juntos) y lloré desde el segundo tema hasta el final, cosa que hizo que me molestara aún más con él. Obviamente no le dije nada de esto. 
En las semanas siguientes me dediqué a escuchar compulsivamente una y otra vez estas canciones en búsqueda de alguna respuesta a qué es lo que me hacían sentir. Busque todas las anécdotas detrás de los pequeños detalles: desde cómo le tuvieron que sacar sangre de la mano a Andy luego de ser internado por los disparos de Valerie Solanas, por lo colapsadas que estaban sus venas; busqué las fotos del casamiento de Lou al que Andy no fue invitado, tratando de ver si encontraba a John en alguna esquina; los cientos de dibujos de zapatos de Andy y sus fotos de Sam, su gata favorita. 
Hace un mes, cuando ya tenía decidido escribir esta nota, me junté a tomar el té con mi ex-amigo. Había pasado mucho tiempo esperando preguntarle si me había mandado el álbum a propósito, si había sido de alguna manera un mensaje. Cuando estaba en el colectivo camino a verlo, estaba convencida de hacerlo. No lo hice. Sin embargo le conté lo que iba a escribir. Por primera vez en mucho tiempo hablamos largamente como habíamos sabido hacer por tanto tiempo. Hablamos del duelo como el amor que perdura, pero también como respuesta a la arbitrariedad de la muerte, que nos deja con cajas y cajas de cosas en las manos. Hablamos de cuando teníamos catorce años y nos dimos cuenta que el tipo que cantaba en The Velvet Underground era el mismo que cantaba “Walk on the wild side” y se sintió como que habíamos revelado el mayor secreto de la historia de la música. Hablamos de qué maravilloso era poder hablar sobre todas estas cosas, y sobre la gente con la que ya no podríamos tener una conversación así, porque la vida y el tiempo no lo permitiría. Antes de irme le pregunté si le molestaría que lo mencione en mi nota, me dijo :  “¿cómo me va a molestar? Es tu duelo.”

"Well, now, Andy, I guess we've gotta go
I wish someway, somehow, you like this little show
I know this is late in coming but it's the only way I know
Hello, it's me
Goodnight, Andy

Goodbye, Andy "
//
"Bueno Andy, supongo que nos tenemos que ir 
Espero que de alguna manera, en algún lugar te haya gustado nuestro pequeño show
Sé que esto llega demasiado tarde, pero es lo único que sé hacer
Hola, soy yo
Buenas noches, Andy 

Adiós, Andy "


Alma Lombardero Gutman

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